jueves, 23 de febrero de 2012

En España Violación de los derechos humanos ¡Eso sí! bajo una democracia aparente.

Psiquiatras y psicólogos de todo el mundo exponen la gravedad de lo que ocurre

Durante meses he observado cada sábado a una madre que, con puntualidad kantiana, acudía al Punto de Encuentro Familiar para ver a sus dos hijos adolescentes. Se sentaba en el sofá y en silencio, con rostro triste y sereno, esperaba a los niños. Sus hijos llegaban después acompañados de su padre. El técnico del PEF informaba a los niños que su madre ya estaba ahí para verlos. El niño menor, totalmente manipulado y con agresividad contestó al técnico «ya te hemos dicho cien veces que no queremos verla». El niño mayor, taciturno, seguía a su hermano menor durante el corto trayecto entre las dos habitaciones que separaban a la madre de los hijos. La visita duró escasos minutos. Los niños regresaron a la habitación donde les esperaba su padre, al cual informaron pormenorizadamente de lo acontecido en el encuentro con la madre, y el padre, con sus comentarios perversos, afianzó la postura de rechazo de los niños, sobre todo del pequeño, hacia su madre. El niño mayor escuchaba con tristeza los comentarios cruzados entre su hermano menor y su padre acerca de su madre. Después obtuve información de que el niño mayor mantenía contactos «clandestinos» con su madre, aunque no lo pude comprobar.

En ese mismo punto de encuentro vi a una niña pequeña salir llorando a la calle cada vez que su padre iba a recogerla y preguntar reiteradamente si el padre de su padre ya había muerto, para «organizar una fiesta» (la palabra abuelo está vetada en su vocabulario). Después de estar con su abuelo paterno esa misma niña iba siempre a despedirse de él a los pies de su cama donde su abuelo, enfermo, le pedía que dijera a sus hermanos mayores que le llamaran por teléfono, pues desde hace más de 5 años a los niños mayores se les impidió la relación con los abuelos a los que antes adoraban. La niña después decía a su padre «ya sabes que eso no va a ocurrir». Efectivamente, así ocurrió, el abuelo falleció el día 13 de noviembre de 2009, sin despedirse de sus nietos adolescentes.

     Lo más grave es que desde instancias del Gobierno del Estado, tratan de negar este terrible maltrato a menores

La posición de los juristas es complicada. Jueces y Fiscales de Menores en la práctica jurídica, observan que esto existe. La Memoria de la Fiscalía del año 2009 alertó sobre la gravedad de estas situaciones; el juez Francisco Serrano Castro lamentó que desde un determinado Ministerio se persista en su actitud de negar realidades y evidencias partiendo de posicionamientos sectarios y alienadores. 
Si desde determinados sectores del Gobierno se trata de silenciar este maltrato, si no se aborda con rigor científico la alienación parental, con las consecuentes medidas legislativas, el Derecho de Familia se está aplicando en España en condiciones precarias, y los propios jueces pueden convertirse en instrumento para perpetuar el dolor y el daño psíquico en niños, y a su vez en posibles víctimas.

Si algún día las víctimas de esta tortura psíquica acaban padeciendo alguna patología (algún niño incluso ha llegado a suicidarse y así se recoge en bibliografía sobre el SAP), o simplemente denuncian haber sido maltratados psicológicamente durante su infancia, podrán demandar al Estado y la Administración que en su momento sea demandada, tratará de desligarse del problema y no es descartable, que traten de dejar al juez «tirado», como a veces ocurre atribuyendo al titular del órgano la responsabilidad, sin realizar una autocrítica sobre la carencia de medios del sistema judicial, porque el poder ejecutivo de turno, sí dispone de los medios y de la propaganda adecuada para manipular a la opinión pública.

Más aquí: Julia Barceló