lunes, 28 de noviembre de 2011

Testimonio de una madre


Soy madre de dos hijos de 18 y 11 años. Me separé hace tres años.
Justo al mes de divorciarme, mi ex empieza a agobiarme con que le perdone y vuelva con el (tenía una relación paralela mientras estábamos casados). Mi negativa a volver con él le llevó a confesarme una amenaza que después se hizo realidad: -Te voy a destruir y te voy a quitar lo que más quieres.
Entonces empecé a sufrir como llegaba a casa mi hija adolescente, cada vez que volvía de estar con su padre. Era un pulso continuo... Falta de respeto y siempre la amenaza (ahora de mi hija): -O me dejas, o me das, o me voy con mi padre...
Así hasta que se fue. A partir de ahí, de mal en peor. Yo no sabía que es lo que estaba pasando. Al principio si llamaba a mi hija cuando estaba sola me respondía bien, incluso cariñosa. Si lo hacía, coincidiendo que su padre se encontraba delante, me insultaba y su padre jamás la reprendía. Es más, incluso a veces llegué a enterarme que era premiada con algún " trapito " o algún caprichito.
Empecé a salsear en internet y descubrí que había muchas madres y padres que vivían lo mismo. Los hijos tenían los mismos comportamientos, las mismas actitudes. Que era un síndrome, polémico, que algunos niegan, que a mi me da igual como se llame a esto, que lo único que se, es que muchos menores están sufriendo, muchas madres y padres, a los que no nos dejan ejercer como tales. Que me pregunto que será de estos niños a los que se les ha dejado huérfanos de madre o padre, que se les ha dado todo el poder y el permiso para dañarnos, insultarnos, agredirnos, etc.
Que empezaron a rechazarnos tras el divorcio, que antes nos querían. Que cortan toda relación con toda la familia y entorno del progenitor rechazado.
Mi otro hijo ha vivido momentos de dura tensión en casa de su padre. Insultos y calumnias hacia mi gravísimas. Aún así, sigue yendo a ver a su padre tras decirme muchas veces que no quería ir. Aún así no le odia, solo quiere que no se insulte a su madre. Estaba en mis manos cortar el vínculo con su padre. Denunciar a su padre y evitarle las visitas. No lo hice, porque no quería causar a mi hijo el daño que su padre había causado a su hermana. Quizá me esté equivocando, no lo sé, y llegada la adolescencia de mi hijo le "compre" y MANIPULE como lo hizo con mi hija. No lo se. Solo se que yo estoy actuando como madre. Permitir a mi hijo que tenga MADRE Y PADRE. Mi hijo sonríe y es feliz y nos tiene a los dos, mientras mi hija está llena de ira y de odio y no se le permite tener a su madre.

Eva.

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